Nota aparecida en ElOnce.com el 24 de enero de 2024
Este miércoles por la noche y primeras horas del jueves se podrá disfrutar de la Luna llena de Lobo, que hace mención al primer ciclo del Satélite terrestre en el año. Elonce dialogó con Walter Elías de la Fundación Observar para la Ciencia y la Comunidad de Oro Verde, que consideró que quienes no se han ido de vacaciones “pueden disfrutar de cuestiones que son naturales”. En ese sentido, invitó a disfrutarlo desde un balcón o una terraza.
En este caso, esta noche estará presente la luna llena del Lobo. Al respecto, el hombre remarcó: “Es la luna llena de enero, que a partir de la madrugada del 25 la podremos disfrutar. En el momento en que se pone el sol, va a aparecer la luna porque está opuesta en relación a la Tierra. Eso hace que la luna esté completamente alumbrada por el Sol, que se lo conoce como Luna llena”.
Asimismo, dio a conocer el nombre popular que tiene la primera de cada año: “Es un nombre artístico que viene de las costumbres del hemisferio norte y ahora se ha importado. Se le pone este nombre porque los antiguos habitantes de Estados Unidos decían que en esta época del año, en invierno, cuando aparecía esta Luna se escuchaban muchos aullidos de lobos”.
Posterior a completar ese ciclo, que dura 28 días, la Luna volverá a iniciarlo de nuevo siendo “el cuarto menguante, la Luna nueva y cuarto creciente”. También recordó que en caso de estar más cerca de la Tierra tiene el nombre de Súper Luna.
Acerca de Fundación Observar
“Es una Fundación bastante nueva que tiene bastantes objetivos, entre los cuales está la difusión con lo relacionado a la ciencia y la tecnología y no solo la astronomía. Realizamos actividades en Oro Verde, algunas públicas. Habitualmente también colaboramos con la Asociación Entrerriana de Astronomía que tiene su observatorio aquí en la ciudad. Abre los sábados con turnos a las 21 y 22 horas.
El 2 de agosto de 2023, la Luna en su perigeo permitió disfrutar de su maravillosos accidentes en una noche cálida y despejada. Utilizando un telescopio SkyWatcher de 750mm x 150mm y una cámara CCD QHY II 5C, captamos imágenes de los mares lunares y otros accidentes de interés. A continuación, un recorrido por algunas de estas magníficas estructuras lunares.
Los mares lunares, denominados también mare (del latín, plural maria) son planicies extensas, oscuras y basálticas de la superficie lunar, conformadas por afloramientos basálticos en erupciones provocadas por impactos de meteoritos. También son definidas como cuencas bajas de contornos casi circulares rellenadas de lava. Los primeros astrónomos los denominaron así al confundirlos visualmente con auténticos mares. (Wikipedia)
Son fácilmente distinguibles en la superficie de la Luna debido a su color oscuro, ya que reflejan menos la luz del Sol que las zonas lunares altas. Su suelo se creó a lo largo de millones de años por el impacto de meteoritos en la superficie que perforaron la corteza del satélite, produciendo enormes cuencas de impacto, las cuales fueron luego rellenadas por magma procedente del manto lunar. Al conjunto de mares lunares se le denomina maria.
También se considera parte de los maria a otras planicies de diversa magnitud que tuvieron una formación similar, aunque no se los llame «mare». En realidad difieren de estos últimos básicamente en su tamaño. Por ejemplo, el Oceanus Procellarum («océano»), fue denominado así por su gran extensión. Pero la nomenclatura también usa Lacus («lago»), para las planicies más pequeñas; Palus («pantano» o «ciénaga») para llanuras relativamente extensas pero de límites poco definidos y Sinus («seno») para las convexidades redondeadas en un mare.
Mares de la Luna.
Debido a que el regolito, que conforma gran parte del suelo lunar, refleja más la luz que el basalto de los mares, estos últimos se perciben como grandes manchas oscuras que contrastan con el resto de la superficie. Los mares recubren el 16 % de la superficie lunar y se encuentran, sobre todo, en la cara visible. Los pocos que se hallan en la cara oculta son mucho más pequeños y están llenos de enormes cráteres en los que fluyeron cantidades más exiguas de basalto. Ejemplo de este tipo de accidente es el denominado Mare Crisium, situado a 17ºN-59ºE, formando una enorme extensión de material denominado regolito.
Se cree que esta distribución irregular se debe al fenómeno de rotación síncrona, que hace que la Luna emplee el mismo tiempo en girar sobre sí misma que en dar una vuelta a la Tierra, por lo que siempre se observa la misma cara. Al ser los mares más densos que el resto de la superficie lunar, son atraídos con más fuerza por efecto de la gravedad terrestre. Después de milenios, la rotación de la Luna se ha ralentizado de tal forma que la cara más pesada se orienta siempre hacia la Tierra.
La mayor parte de las erupciones volcánicas que formaron los maria tuvieron lugar a través de las fisuras de las oquedades de los impactos. La lava basáltica fue fluyendo a lo largo de diversos períodos, durante milenios, mucho después de que se formaran las oquedades de los impactos.
La nomenclatura tradicional para la Luna también incluye algún océano (oceanus), lago (lacus), marisma (palus) y bahía (sinus), los tres últimos son más pequeños que los maria, pero tienen las mismas características.
Galería de fotos.
En la siguiente galería podemos ver varios de los mares lunares con sus respectivas leyendas y como adicional, la zona de los cráteres Gassendi y Aristarchus